así el rey de Asiria conducirá a los prisioneros de Egipto y a los viejos, desnudos y descalzos y con las posaderas descubiertas -vergüenza para Egipto-.
llegaron de Siquén, de Silo y de Samaría ochenta hombres con la barba rapada, los vestidos rasgados y el cuerpo lleno de cortaduras, trayendo ofrendas e incienso para ofrecerlos en el templo del Señor.