Pero los sirios huyeron ante Israel, y David les mató setecientos caballos de tiro y cuarenta mil hombres; hirió también a Sobac, jefe del ejército, que murió allí mismo.
David le hizo prisioneros a mil setecientos soldados de caballería y veinte mil de infantería. Desjarretó a todos los caballos de tiro, dejando sólo los necesarios para cien carros.
Entre tanto llegó Barac, que perseguía a Sísara. Yael salió a su encuentro y le dijo: 'Ven, y te enseñaré al hombre a quien buscas'. Entró con ella. Sísara yacía muerto, con el clavo en la sien.
David, al saberlo, reunió a todo Israel, pasó el Jordán y llegó a Jelán. Los sirios, puestos en orden de batalla, salieron al encuentro de David y lucharon con él.
Se le juntaron unos desalmados y él se hizo jefe de la banda, mientras David derrotaba a los sirios; se apoderó de Damasco y se estableció allí como rey;