David le preguntó: '¿A quién perteneces y de dónde eres?'. Él respondió: 'Soy un joven egipcio, esclavo de un amalecita. Mi señor me abandonó hace tres días porque me puse enfermo.
Cuando David y sus hombres llegaron al tercer día a Sicelag, los amalecitas habían hecho una incursión contra el Negueb y contra Sicelag. Habían devastado Sicelag y le habían prendido fuego.
David y sus gentes salían y hacían incursiones contra los guesuritas, los guirsitas y los amalecitas, pues éstos habitaban la región que va desde Telán, en dirección a Sur, hasta la tierra de Egipto.
Después llegaron a la fuente de la justicia, o sea Cades, y ocuparon todo el territorio de los amalecitas y el de los amorreos, que habitaban en Jasesón Tamar.