David continuó preguntando al muchacho: '¿Cómo sabes que murieron Saúl y su hijo Jonatán?'.
Es gloria de Dios ocultar una cosa y gloria de los reyes escudriñarla.
El ingenuo cree cuanto le dicen; el prudente vigila sus pasos.
David le preguntó: '¿Qué ha pasado? Infórmame'. Él respondió: 'El pueblo huyó de la batalla y muchos de entre el pueblo cayeron y murieron. Murieron también Saúl y su hijo Jonatán'.
El joven respondió: 'Yo me encontraba por casualidad en el monte Gelboé, y vi a Saúl apoyándose sobre su lanza y asediado por carros y caballeros.