Lo dije entonces, en mi segunda visita, y lo vuelvo a decir ahora, lejos de vosotros, a los que pecaron antes, como a todos los demás; cuando vuelva no andaré con miramientos,
Por eso escribo esto ahora que estoy ausente, para que cuando esté presente no tenga que proceder con severidad, en virtud del poder que el Señor me ha dado para edificar y no para destruir.
Por tercera vez estoy a punto de ir a veros, y tampoco seré una carga para vosotros; pues no busco vuestras cosas, sino a vosotros mismos. Porque no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos.