hoy, cuando te hayas alejado de mí, encontrarás junto a la tumba de Raquel, en los confines de Benjamín, a dos hombres, que te dirán: Han aparecido las asnas que andas buscando; tu padre se ha olvidado de las asnas y está intranquilo por vosotros, preguntándose qué puede hacer por su hijo.
Atravesaron las montañas de Efraín; pasaron la tierra de Salisá, pero no las encontraron; cruzaron el país de Salín, y no estaban allí; atravesaron el país de Benjamín, y no las encontraron.
En cuanto a las asnas extraviadas hace ya tres días, no te preocupes, porque ya han aparecido. Además, ¿de quién será cuanto hay de precioso en Israel? ¿No será tuyo y de la casa de tu padre?