Él les mandaba desde su mesa las porciones, y la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de todos los otros. Así bebieron y se alegraron en su compañía.
El cocinero tomó un pernil y el rabo y se lo sirvió a Saúl. Samuel le dijo: 'Ahí tienes la porción reservada; come, porque ella fue reservada para este momento cuando convoqué al pueblo'. Y aquel día Saúl comió con Samuel.