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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 9:16

Biblia Martin Nieto

'Mañana a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín; tú le ungirás como jefe de mi pueblo Israel para que salve a mi pueblo de la mano de los filisteos, porque he visto la miseria de mi pueblo y su clamor ha llegado hasta mí'.

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17 Referencias Cruzadas  

Entonces Samuel tomó la redoma del aceite, la derramó sobre su cabeza, le besó y dijo: '¿No es el Señor quien te ha ungido como jefe de su pueblo, Israel? Tú regirás al pueblo del Señor y lo librarás de los enemigos que le rodean. Ésta es la señal de que el Señor te ha ungido como jefe de su heredad:

Él reparó en sus tribulaciones y escuchó sus plegarias;

Contempla mi miseria y mi dolor, perdona todos mis pecados;

Samuel dijo a Saúl: 'El Señor me ha enviado para ungirte rey sobre mi pueblo, Israel. Escucha las palabras del Señor.

Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que debes hacer: Me ungirás al que yo diga'.

El Señor dijo a Samuel: '¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, siendo así que yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena tu cuerno de aceite. Yo te envío a casa de Jesé, de Belén, porque me he elegido un rey entre sus hijos'.

Hacedlo así; porque el Señor ha dicho a David: Yo libraré a mi pueblo de la mano de los filisteos y de todos sus enemigos por medio de mi siervo David'.

'Vuélvete y di a Ezequías, jefe de mi pueblo: Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración y he mirado tus lágrimas. Te voy a devolver la salud. Dentro de tres días podrás ir al templo del Señor.

Oración de un afligido que, en su congoja, derrama su llanto ante el Señor

En efecto, conforme a la palabra del Señor, Janamel, mi primo, vino a verme, al patio de la prisión, y me dijo: 'Compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de propiedad y el de rescate para adquirirlo'. Comprendí que era una orden del Señor,

Saúl y toda su gente se reunieron y avanzaron hasta el lugar del combate y vieron que la confusión era enorme, pues volvían su espada unos contra los otros.

Así el Señor salvó aquel día a Israel. La batalla se extendió hasta Bejorón.

El hombre traza su camino, pero el Señor dirige sus pasos.




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