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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 8:3

Biblia Martin Nieto

Pero sus hijos no siguieron sus caminos; se volvieron ambiciosos, se dejaban sobornar y dictaban sentencias injustas.

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18 Referencias Cruzadas  

No violentes el derecho, no hagas acepción de personas, no aceptes regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y corrompen las sentencias de los justos.

Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males. Algunos, arrastrados por ese amor al dinero, se han apartado de la fe y están atormentados por muchos remordimientos.

presta su dinero sin cobrar intereses y no se deja sobornar contra el que es inocente. El que hace todo esto jamás perecerá.

No aceptarás regalos, porque el regalo ciega incluso a los que tienen la vista clara y pervierte las palabras de los justos.

Pero escógete de entre el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres íntegros, libres de la avaricia, y constitúyelos sobre el pueblo como jefes de millar, de centena, de cincuentena y de decena;

no debe emborracharse, ni ser amigo de peleas; debe ser ecuánime, pacífico y desinteresado;

El que camina en la justicia y habla rectamente, el que rechaza una ganancia arrancada a la fuerza, el que sacude su mano para no aceptar soborno, tapa sus oídos para no oír intrigas de sangre y cierra sus ojos para no ver el mal:

Y continuaba: '¡Quién me constituyese juez en el país, para que todos los que tuviesen un juicio o un pleito viniesen a mí y yo les hiciese justicia!'.

Quién sabe si él será sabio o necio? Y, sin embargo, dispondrá de todo mi trabajo, en el que yo empleé mi fatiga y mi sabiduría bajo el sol. También esto es vanidad.

que tienen las manos cargadas de delitos y su derecha repleta de sobornos.

No violarás el derecho del pobre en sus causas.

Yo me nombraré un sacerdote fiel, que hará lo que yo quiero y deseo; le edificaré una casa estable y caminará siempre en presencia de mi ungido.

Así que ahí tenéis al rey que os va a dirigir. Yo he envejecido y encanecido, y mis hijos están entre vosotros. He caminado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy.

Tus jefes son unos rebeldes, compinches de ladrones; todos hambrean recompensas y van detrás de los regalos; no hacen justicia al huérfano, ni atienden la causa de la viuda.

Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas profetizan por dinero y luego se apoyan en el Señor diciendo: '¿Es que no está el Señor en medio de nosotros? ¡Ninguna desgracia nos alcanzará!'.




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