Samuel fue juez de Israel durante toda su vida.
Se reunieron en Mispá, sacaron agua y la derramaron ante el Señor, ayunaron aquel día y dijeron: 'Hemos pecado contra el Señor'. Y Samuel fue juez de los israelitas en Mispá.
Entonces el Señor hizo surgir jueces que los libraron del poder de sus opresores.
Samuel murió, y todo Israel se reunió para llorarle. Le sepultaron en su casa, en Ramá. David se fue al desierto de Maón.
El Señor mandó a Yerubaal, a Barac, Jefté y Samuel, y os libró de la mano de vuestros vecinos enemigos, y habéis podido vivir seguros.
Samuel dijo a los israelitas: 'Os he concedido todo lo que me habéis pedido y he puesto sobre vosotros un rey.
Cada año hacía un recorrido por Betel, Guilgal y Mispá, y en todos estos sitios juzgaba a Israel.