Convocaron a todos los jefes filisteos, y les preguntaron: '¿Qué haremos con el arca del Dios de Israel?'. Ellos respondieron: 'Llevadla a Gat'. Y allí la llevaron.
Aquel día haré yo de Jerusalén una piedra muy pesada para todos los pueblos; todos los que intenten levantarla serán gravemente heridos. Todos los habitantes de la tierra se juntarán contra ella.
Pasad a Calne y mirad; id desde allí a Jamat la grande, y bajad a Gat de los filisteos. ¿Sois vosotros acaso mejores que estos reinos o es mayor vuestro territorio que el suyo?
Entonces convocaron a los jefes filisteos y les dijeron: 'Llevaos de aquí el arca del Dios de Israel; que vuelva a su lugar, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo'. Pues había un pánico mortal en toda la ciudad, porque la mano de Dios había descargado allí duramente.
Los de Asdod, al ver esto, se dijeron: 'Que no continúe con nosotros el arca del Dios de Israel, porque es muy dura su mano sobre nosotros y sobre Dagón, nuestro Dios'.
Aquís llamó a David y le dijo: 'Vive el Señor, que eres un hombre leal y me ha agradado siempre tu comportamiento en el ejército; no tengo nada que reprocharte desde el día en que viniste hasta hoy; pero no eres grato a los ojos de los jefes.
desde el Sijor, en la frontera de Egipto, hasta los confines de Ecrón, al norte, considerado de los cananeos; los cinco principados filisteos: el de Gaza, el de Asdod, el de Ascalón, el de Gat y el de Ecrón; al sur, los heveos;
Entonces los hombres de Israel y de Judá, lanzando gritos de guerra, persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Y muchos filisteos cayeron muertos en el camino desde Saráyim hasta Gat y Ecrón.