Por eso, todavía hoy los sacerdotes de Dagón y todos lo que entran en su templo en Asdod no pisan el umbral de Dagón.
contra los que saltan sobre los umbrales y llenan la casa de su Señor de violencia y de fraude.
El jefe del ejército del Señor le contestó: 'Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado'. Y Josué lo hizo así.
Su marido se levantó, abrió la puerta de la casa para salir y continuar su camino, cuando vio a su concubina caída a la entrada de la casa con las manos en el umbral.