Cuando los de Asdod se levantaron por la mañana, encontraron a Dagón caído en tierra boca abajo ante el arca del Señor. Levantaron a Dagón y lo colocaron en su sitio.
Oráculo contra Egipto: Ved al Señor que, cabalgando sobre una nube ligera, viene a Egipto. Los ídolos de Egipto tiemblan ante él, y el corazón de los egipcios desfallece en su pecho.
Lo cargan a hombros, lo llevan, lo ponen en su sitio, y allí se está quieto. No se mueve de su sitio. A gritos le invocan y no responde, a nadie salva de la angustia.
El Señor será terrible contra ellos. Aniquilará a todos los dioses de la tierra; se prosternarán ante él, cada uno en su país, todas las islas de las naciones.
El fundidor anima al orfebre, el que pule con el martillo al que golpea el yunque; dice de la soldadura: ¡Está bien!, y sujeta el ídolo con clavos para que no se mueva.
Esa noche pasaré yo por el territorio de Egipto y mataré a todos los primogénitos de Egipto, tanto de los hombres como de los animales. Haré justicia de todos los dioses de Egipto. ¡Yo, el Señor!
Haced reproducciones de vuestros tumores y de las ratas que devastan vuestra tierra y dad gloria al Dios de Israel, a ver si levanta su mano de vosotros, vuestros dioses y vuestra tierra.
Les entregaron el novillo que eligieron, lo prepararon y se pusieron a invocar el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: '¡Oh, Baal, respóndenos!'. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía. Y ellos continuaban danzando en torno al altar que habían hecho.