Cuando suene el cuerno de carnero y vosotros oigáis el sonar de las trompetas, todo el pueblo dará con todas sus fuerzas el grito de guerra. Entonces las murallas de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo la asaltará, cada uno de frente'.
Cuando llegó a Lejí, los filisteos corrieron a su encuentro. Entonces el espíritu del Señor se apoderó de él; las sogas con que estaba atado fueron como hilos de lino quemados por el fuego y las ataduras de sus brazos se deshicieron.
El pueblo gritó, y las trompetas sonaron. Cuando el pueblo oyó el sonido de las trompetas, se puso a gritar con todas sus fuerzas, y las murallas de la ciudad se derrumbaron; entonces el pueblo se lanzó al asalto, cada uno de frente, y la tomaron.
Oyeron los gritos los filisteos y preguntaron: '¿Qué significa este clamor tan grande en el campamento de los hebreos?'. Y supieron que el arca del Señor había llegado al campamento.
Iba también Sadoc con todos los levitas, que llevaban el arca de la alianza de Dios; y colocaron el arca de Dios junto a Abiatar, hasta que todo el pueblo terminó de salir de la ciudad.