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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 4:3

Biblia Martin Nieto

El pueblo volvió al campamento, y los ancianos se preguntaron: '¿Por qué nos ha derrotado hoy el Señor ante los filisteos? Vamos a buscar a Silo el arca de la alianza del Señor, y que vaya con nosotros; así nos librará de la mano de nuestros enemigos'.

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34 Referencias Cruzadas  

Quiero recordaros, aunque conozcéis perfectamente todas estas cosas, que el Señor, después de haber liberado al pueblo de la opresión de Egipto, a continuación aniquiló a los incrédulos;

agua que presagiaba el bautismo, que ahora os salva a vosotros, no mediante la purificación de la inmundicia corporal sino mediante la súplica hecha a Dios por una conciencia buena la cual recibe su eficacia de la resurrección de Jesucristo,

con el altar de oro para los perfumes y el arca de la alianza totalmente recubierta de oro, que contenía un vaso de oro lleno de maná, la vara de Aarón que había florecido y las tablas de la alianza;

los cuales tienen una apariencia de religiosidad, pero en realidad están lejos de ella. Apártate de ellos.

No os hagáis ilusiones con repetir palabras mentirosas: Aquí está el templo del Señor. ¡Qué templo del Señor, templo del Señor!

y cuando os hayáis multiplicado y fructificado en el país, en aquellos días -dice el Señor- no se dirá ya: ¿Dónde está el arca de la alianza del Señor? No se pensará más en ella, no se la recordará más, no se echará de menos ni se hará otra nueva.

¿Por qué vamos a ayunar si tú no lo ves, por qué mortificarnos si tú no te enteras? Mirad, el día de ayuno andáis de negocios y oprimís a todos vuestros jornaleros.

Esto dice el Señor: ¿Dónde está el acta de divorcio por la que yo he despedido a vuestra madre? O ¿cuál es mi acreedor a quien yo os haya vendido? Por vuestras culpas fuisteis vendidos, por vuestros pecados fue despedida vuestra madre.

¿Por qué retiras tu mano poderosa y te quedas cruzado de brazos?

Cuando David se estableció en su palacio, dijo al profeta Natán: 'Yo estoy viviendo en una casa de cedro, mientras que el arca de la alianza del Señor está bajo una tienda'.

Entonces el rey dijo a Sadoc: 'Vuelve el arca de Dios a la ciudad. Si el Señor me favorece, él me hará volver para ver el arca y su santuario.

Saúl dijo a Ajías: 'Trae el efod' (porque aquel día era él quien llevaba el efod ante Israel).

Y Josué exclamó: 'Señor, ¿por qué has hecho pasar el Jordán a este pueblo, si es para entregarlo en manos del amorreo y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!

Y vosotros responderéis: Las aguas del Jordán se dividieron delante del arca de la alianza del Señor; se separaron a su paso por el Jordán. Estas piedras son para los israelitas un recuerdo perpetuo'.

'Tomad este libro de la ley y ponedlo al lado del arca de la alianza del Señor, vuestro Dios; que esté allí como testimonio contra ti,

Y les contestarán: Porque han abandonado la alianza del Señor, el Dios de sus padres, la alianza que hizo con ellos después de haberlos sacado de Egipto;

Moisés envió al combate aquellos mil hombres por tribu, y con ellos mandó a Fineés, hijo del sacerdote Eleazar, el cual llevaba los objetos sagrados y las trompetas para dar las señales de la guerra.

Cuando el arca se ponía en marcha, Moisés decía: '¡Levántate, Señor, y sean dispersados tus enemigos; huyan ante ti los que te odian!'.

Partieron de la montaña del Señor e hicieron tres días de camino. El arca de la alianza del Señor iba delante, buscando un sitio donde acampar.

Josué, hijo de Nun, llamó a los sacerdotes y les dijo: 'Tomad el arca de la alianza, y que siete sacerdotes lleven siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca del Señor'.

Señor, ¿qué podré yo decir ahora que Israel ha vuelto la espalda a sus enemigos?

Cuando le quitó el pecho, lo llevó consigo al templo del Señor en Silo. Llevó también tres novillos, media fanega de harina y un odre de vino.

Los filisteos se pusieron en orden de batalla. El combate fue duro, e Israel fue derrotado por los filisteos; cayeron en el campo de batalla cerca de cuarenta mil hombres.

No, la mano del Señor no es demasiado corta para salvar, ni su oído tan duro como para no oír;

pero vuestras perversidades han abierto un abismo entre vosotros y vuestro Dios; vuestros pecados han hecho que oculte su rostro para no escucharos.




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