Elí oyó el rumor de aquellos gritos, y preguntó: '¿Qué significa este ruido tumultuoso?'. Y aquel hombre fue deprisa a informar a Elí.
Cuando llegó, Elí estaba sentado en su silla, al lado de la puerta, a la expectativa, pues su corazón temía por el arca de Dios. El hombre entró en la ciudad para contarlo, y toda la ciudad comenzó a gritar.
Elí tenía noventa y ocho años, sus ojos se habían quedado fijos y ya no veía.
¡Plántate en el camino y mira, población de Aroer! Pregunta al fugitivo, al escapado di: '¿Qué ha sucedido?'.