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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 27:10

Biblia Martin Nieto

Cuando Aquís preguntaba: '¿Dónde habéis hecho incursión hoy?', David respondía: 'En el Negueb de Judá, en el Negueb de Yerajmeel, en el Negueb de los quenitas'.

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21 Referencias Cruzadas  

Los hijos de Jobab, el quenita, suegro de Moisés, subieron con los de Judá desde la ciudad de las palmeras al desierto que está al mediodía de Judá, en la bajada de Arad, y vivieron con los amalecitas.

Hijos de Yerajmeel, primogénito de Jesrón: Ram, primogénito; Buná, Orén, Osen y Ajías.

Hijos de Jesrón: Yerajmeel, Ram y Quelubay.

a los del Carmelo, a los de las ciudades de Yerajmeel, a los de las ciudades de los quenitas,

Jéber, el quenita, se había separado de la tribu de Caín, de los hijos de Jobab, suegro de Moisés, y había plantado sus tiendas alrededor de la encina de Saananín, cerca de Cades.

Por esto, desterrad la mentira, y que cada uno diga la verdad a su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros.

El temer delante de los hombres es un lazo, el que confía en el Señor está seguro.

Detesto y aborrezco la mentira, pero amo tu ley.

Aleja de mí el camino de la mentira y dame la gracia de tu ley;

Llegaron los servidores de Absalón, entraron en la casa de la mujer y le preguntaron: '¿Dónde están Ajimás y Jonatán?'. La mujer les contestó: 'Pasaron en dirección al río'. Los buscaron y, al no encontrarlos, se volvieron a Jerusalén.

Entonces llegó un mensajero y dijo a Saúl: 'Ven, date prisa, pues los filisteos han invadido el país'.

David llegó a Nob, donde el sacerdote Ajimélec. Ajimélec salió a su encuentro asustado y le dijo: '¿Por qué estás solo y no hay nadie contigo?'.

Entonces dijo a los quenitas: 'Id, retiraos, salid de en medio de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos, porque vosotros tratasteis bien a los israelitas cuando subían de Egipto'. Y los quenitas se retiraron de en medio de Amalec.

Bendita entre las mujeres sea Yael, (la mujer de Jéber el quenita), bendita entre las mujeres del campamento.

Vio a los quenitas, y prosiguió: 'Tu mirada fue firme, Caín, y tu nido colgado en las rocas;

Pero todavía insistió: '¿Eres tú de verdad mi hijo Esaú?'. Y respondió: 'Sí, yo soy'.

David no dejaba con vida ni hombre ni mujer, para que no fueran a Gat y dijeran lo que hacía. Tal fue su manera de proceder durante todo el tiempo que permaneció en territorio filisteo.

David dijo a Aquís: '¿Pero qué he hecho yo y qué has notado en tu siervo desde el día en que entré a tu servicio hasta hoy, para que no pueda yo ir a combatir a los enemigos de mi señor, el rey?'.




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