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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 24:9

Biblia Martin Nieto

David se levantó y salió de la cueva tras él, gritando: '¡Oh rey, mi señor!'. Saúl miró para atrás, y David se inclinó en tierra y se prosternó.

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19 Referencias Cruzadas  

Cuando el gobernante hace caso de las mentiras, corrompe a todos sus servidores.

La lengua es también de fuego; el mundo de la injusticia. La lengua puesta en medio de nuestros miembros infecta todo nuestro cuerpo y prende fuego al curso de nuestra vida, cuando ella está incendiada con el fuego del infierno.

La lengua mentirosa odia la verdad, y la boca aduladora causa la ruina.

El viento del norte trae la lluvia; la lengua detractora, un rostro airado.

Las palabras de los chismosos son apetitosos bocados, llegan hasta lo más hondo de las entrañas.

El malo presta atención a los labios mentirosos, y el mentiroso da oídos a la lengua maligna.

El hombre perverso siembra la contienda, el chismoso divide los amigos.

Sus jueces serán precipitados por un despeñadero, entonces comprenderán qué dulces eran mis palabras;

al que difama a su prójimo en secreto lo aniquilo; al soberbio y al ambicioso no los puedo soportar;

Y ahora, que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños.

No andarás difamando a los tuyos ni pondrás en peligro la vida del prójimo con falsas acusaciones: yo, el Señor.

David huyó de Nayot de Ramá, fue a ver a Jonatán y le dijo: '¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi falta? ¿Qué crimen he cometido contra tu padre para que atente contra mi vida?'.

David refrenó a sus hombres y no les permitió lanzarse sobre Saúl.

Después dijo a Saúl: '¿Por qué das oído a la gente que dice: David busca tu ruina?

Y añadió: '¿Por qué persigue mi señor de este modo a su siervo? ¿Qué he hecho yo? ¿Qué hay en mí de culpable?

Luego Jeremías dijo al rey Sedecías: '¿Qué mal he cometido contra ti, contra tus servidores o contra este pueblo, para que me hayáis metido en la cárcel?

El muchacho se marchó, y entonces David salió de junto al montón de piedras y se postró en tierra por tres veces. Después ambos se abrazaron y lloraron juntos largo tiempo.




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