Llegó a los rediles de las ovejas que hay junto al camino; allí hay una cueva, y Saúl entró en ella para hacer sus necesidades. David y sus hombres estaban escondidos en el fondo de la cueva.
El Señor retribuirá a cada uno según su justicia y su fidelidad, porque el Señor te puso hoy en mis manos y no quise poner mi mano sobre el ungido del Señor.
le dijo: 'No tengas miedo, porque la mano de Saúl, mi padre, no te alcanzará. Tú reinarás sobre Israel, y yo seré tu segundo. Mi padre, Saúl, lo sabe muy bien'.
Anunciaron a Saúl que David había ido a Queilá. Saúl dijo: 'Dios le ha entregado en mis manos, porque se ha recluido al entrar en una ciudad con puertas y cerrojos'.
Llevaron la cabeza de Isbaal a David, a Hebrón, y dijeron al rey: 'Aquí tienes la cabeza de Isbaal, hijo de Saúl, tu enemigo, que buscaba tu ruina. El Señor ha vengado hoy a mi señor, el rey, de Saúl y de su descendencia'.