Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Icabod, hijo de Fineés, hijo de Elí, sacerdote del Señor en Silo, llevaba el efod. La gente no sabía que Jonatán se había ido.
Partió David con sus hombres hacia Queilá, atacó a los filisteos, se apoderó de sus ganados y les infligió una gran derrota. Así libró David a los habitantes de Queilá.
Anunciaron a Saúl que David había ido a Queilá. Saúl dijo: 'Dios le ha entregado en mis manos, porque se ha recluido al entrar en una ciudad con puertas y cerrojos'.
El rey dijo al sacerdote Abiatar: 'Vete a Anatot, a tus tierras, pues eres reo de muerte. No te doy hoy muerte porque has llevado el arca del Señor, Dios de mi padre, David, y porque tuviste parte en todas las tribulaciones de mi padre'.