Jonatán respondió: '¡Lejos de mí tal pensamiento! Si yo llego a saber que mi padre ha decidido matarte, ¿no te advertiría yo mismo?'.
Jonatán dijo a David: 'Vete en paz. En cuanto al juramento que hemos hecho en nombre del Señor, que el Señor esté siempre entre tú y yo, entre mi descendencia y la tuya'.
Jonatán volvió a gritar al muchacho: 'Pronto, date prisa, no te detengas'. El muchacho recogió la flecha y se la llevó.
le avisó: 'Mi padre, Saúl, trata de matarte; ponte en guardia mañana por la mañana; vete a un lugar oculto y escóndete.
Yo saldré y estaré al lado de mi padre en el campo donde estás tú; hablaré de ti a mi padre para ver lo que piensa, y te informaré'.
Anda, sé bueno conmigo, ya que hicimos un pacto ante el Señor. Si en mí hay culpa alguna, mátame tú mismo; ¿para qué llevarme hasta tu padre?'.
David preguntó a Jonatán: '¿Quién me comunicará si tu padre te da una respuesta dura?'.