Absalón le respondió: 'Te he mandado a decir que vinieses para enviarte al rey con este mensaje: ¿Para qué he venido de Guesur? Me hubiera sido mejor estar todavía allí. Quiero ver al rey; y, si tengo culpa, que me mate'.
Si he cometido algún delito que merezca la muerte, no me niego a morir; pero si no hay nada de lo que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. Apelo al césar'.
les dijo: 'Ea, volveos a la casa de vuestra madre; que el Señor tenga con vosotras la misma fidelidad que habéis tenido con nuestros difuntos y conmigo.
Ellos le contestaron: 'Con nuestras propias vidas respondemos de las vuestras, con tal que no nos denuncies. Cuando el Señor nos entregue esta tierra, obraremos contigo con benevolencia y lealtad'.
Cuando se acercaba ya para Jacob el día de su muerte, mandó llamar a su hijo José y le dijo: 'Si he hallado gracia a tus ojos, pon tu mano debajo de mi muslo en señal de juramento, y prométeme que serás bueno y fiel conmigo; no me entierres en Egipto.