David replicó: 'Tu padre sabe muy bien que yo soy tu amigo y se dice: Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca. Pero, por la vida del Señor y por tu vida, que estoy a un paso de la muerte'.
Luego Elías le dijo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir al Jordán'. Y él replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron los dos juntos.
David se dijo: 'Cualquier día voy a perecer a manos de Saúl; nada mejor para mí que refugiarme en el país de los filisteos. Así Saúl desistirá de perseguirme en el territorio de Israel y escaparé de su mano'.
Ahora, mi señor, por la vida del Señor y por tu propia vida, por el Señor, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu mano, que tus enemigos y los que intentan hacerte daño corran la misma suerte que Nabal.
Elías dijo a Eliseo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir a Jericó'. Él replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron juntos a Jericó.
Y Elías dijo a Eliseo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir hasta Betel'. Eliseo replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron juntos a Betel.
Entonces el rey Sedecías juró en secreto a Jeremías: '¡Vive Dios que nos ha dado el aliento, que no te mataré ni te entregaré en poder de esos que andan buscando tu muerte!'.
Itay respondió al rey: 'Vive el Señor y vive mi señor, el rey, que en el lugar donde esté mi señor, el rey, para la muerte o para la vida, allí estará tu siervo'.
Cuando Saúl vio a David salir al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, jefe del ejército: '¿De quién es hijo este joven, Abner?'. Abner respondió: 'Por tu vida, oh rey, que no lo sé'.
Él respondió: '¡Lejos de ti tal pensamiento! No morirás. Mira, mi padre no hace cosa alguna importante o insignificante sin manifestármela confidencialmente. ¿Por qué me iba a ocultar mi padre este asunto? No es posible'.