Su madre le hacía una pequeña túnica y se la llevaba todos los años, cuando subía con su marido para hacer el sacrificio anual.
Todos los años subía aquel hombre desde su ciudad a adorar y ofrecer sacrificios al Señor todopoderoso en Silo. Allí estaban los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, como sacerdotes del Señor.
Elcaná, su marido, fue con toda su familia para ofrecer al Señor el sacrificio anual y cumplir su promesa.
Tres veces al año celebrarás fiesta solemne en mi honor.
'Harás el manto del efod todo de púrpura violeta.