Él respondió: '¡Lejos de ti tal pensamiento! No morirás. Mira, mi padre no hace cosa alguna importante o insignificante sin manifestármela confidencialmente. ¿Por qué me iba a ocultar mi padre este asunto? No es posible'.
David le respondió: 'Mira, mañana es la nueva luna y yo debería sentarme junto al rey para comer. Déjame ir, y estaré oculto en el campo hasta la tarde.