Oyeron las palabras de David y se las contaron a Saúl, que lo mandó llamar.
¿Ves a un hombre hábil en su profesión? Al servicio de reyes entrará. No quedará al servicio de la gente común.
Y, dándole la espalda, se dirigió a otro. Preguntó lo mismo, y le respondieron como antes.
David dijo a Saúl: 'No se desanime mi señor. Tu siervo irá a luchar contra este filisteo'.