Jonatán derrotó la guarnición de los filisteos que estaban en Guibeá. Los filisteos, al saberlo, se dijeron: 'Los hebreos se han sublevado'. Mientras tanto Saúl hizo sonar la trompeta en todo el país,
Jonatán dijo a su escudero: 'Vamos, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos. Quién sabe lo que el Señor hará por nosotros, porque nada impide al Señor dar la victoria con muchos o pocos'.
Saúl eligió tres mil hombres de Israel; dos mil estaban con él en Micmás y en la montaña de Betel, y mil con Jonatán en Guibeá de Benjamín; a los demás los mandó cada uno a su casa.
Samuel le dijo: '¿Qué has hecho?'. Saúl respondió: 'Al ver que el pueblo se dispersaba lejos de mí y tú no llegabas en el día prefijado y que los filisteos se habían reunido en Micmás,