Pero ellos se olvidaron del Señor, su Dios, y él los entregó en manos de Sísara, jefe de los ejércitos de Jasor, en manos de los filisteos y en manos del rey de Moab, que les hicieron la guerra.
Muerto Otoniel, hijo de Quenaz, los israelitas volvieron a hacer lo que desagrada al Señor, y el Señor dio poder a Eglón, rey de Moab, sobre Israel, porque habían hecho lo que desagradaba al Señor.
Después de él, fue juez Sangar, hijo de Anat. Él derrotó a los filisteos, en número de seiscientos hombres, con una aguijada de bueyes. También él salvó a Israel.
Entonces se encendió contra Israel la ira del Señor; los entregó en manos de salteadores, que los saquearon, y los vendió a sus enemigos de alrededor, a los que no fueron capaces de oponer resistencia.
en el tiempo en que yo constituí a los jueces sobre mi pueblo Israel; yo le daré paz librándolo de todos sus enemigos. Te hago saber, además, que te daré una dinastía;