Así que ahí tenéis al rey que os va a dirigir. Yo he envejecido y encanecido, y mis hijos están entre vosotros. He caminado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy.
ahora que estoy viejo y encanecido, oh Dios, no me abandones, para que pueda anunciar a esta generación las obras de tu brazo, y tu poder a las edades venideras.
¿por qué profanáis los sacrificios y las ofrendas que yo he mandado, y tienes en mayor estima a tus hijos que a mí, tomando para vosotros lo mejor de las ofrendas de mi pueblo Israel?
Elí era ya muy anciano. Se enteró de todo lo que hacían sus hijos a todo Israel y que se acostaban con las mujeres que estaban al servicio de la entrada de la tienda de la reunión,