Un mes después, Najás, el amonita, fue a atacar a Yabés Galaad. Todas las gentes de Yabés le dijeron: 'Haz un pacto con nosotros y estaremos sometidos a ti'.
Sin embargo, cuando visteis que Najás, rey de los amonitas, venía contra vosotros, me dijisteis: No, que reine un rey sobre nosotros, siendo así que el Señor, vuestro Dios, es vuestro rey.
Ben Hadad le dijo: 'Las ciudades que mi padre quitó al tuyo te las devolveré, y tú podrás establecer en Damasco plazas comerciales, como hizo mi padre en Samaría'. Ajab hizo este pacto con él y le dejó en libertad.
Entonces se preguntaron: '¿Hay alguno de entre las tribus de Israel que no haya subido a Mispá ante el Señor?'. Y resultó que ninguno de Yabés de Galaad había venido al campamento, a la asamblea.
No escuchéis a Ezequías, pues esto dice el rey de Asiria: Haced la paz conmigo, venid a mí y cada uno de vosotros comerá el fruto de su viña y de su higuera; cada uno beberá el agua de su pozo,
Una vez que Saúl tomó posesión del reino de Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: Moab, los amonitas, Edón, el rey de Sobá y los filisteos. Y siempre salía victorioso.
David se dijo: 'Yo trataré con benevolencia a Janún, hijo de Najás, como su padre me trató a mí'. David le envió una embajada de pésame por la muerte de su padre. Pero cuando los servidores de David llegaron a la tierra de Amón,
Cuando David llegó a Majanayín, Sobí, hijo de Najás, de Rabá de los amonitas, y Maquir, hijo de Amiel, de Lodebar, y Barzilay, el galaadita de Roguelín,
Asimismo, los demás judíos que estaban en Moab, entre los amonitas, en Edón y en todos los otros países, en cuanto se enteraron de que el rey de Babilonia había dejado algunos judíos en Judá y de que había puesto al frente de ellos a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán,
y le dijeron: '¿No sabes que Baalís, rey de los amonitas, ha enviado a Ismael, hijo de Netanías, para matarte?'. Pero Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, no dio crédito a estas palabras.
Entonces él envió mensajeros a los de Yabés Galaad para decirles: 'Que el Señor os bendiga por haber cumplido esta obra de misericordia con Saúl, vuestro señor, y por haberle dado sepultura.
todos los valientes se pusieron en marcha, tomaron los cuerpos de Saúl y sus hijos, los llevaron a Yabés, los sepultaron bajo la encina de Yabés y ayunaron durante siete días.