Uno de ellos dijo: '¿Y quién es su padre?'. Por eso quedó como proverbio: 'También Saúl anda entre los profetas'.
Está escrito en los profetas: Todos serán enseñados por Dios. Todo el que escucha al Padre y acepta su enseñanza viene a mí.
Tus hijos serán todos discípulos del Señor, grande será la dicha de tus hijos.
Todo don excelente y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay cambio ni sombra de variación.
Jesús les respondió: 'Esta doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
Cuando terminó de profetizar, entró en su casa.
Desde allí fueron a Nayot de Ramá. Pero el espíritu del Señor se apoderó también de él y fue profetizando hasta su llegada a Nayot de Ramá.
Allí se despojó también él de sus vestidos y profetizó en presencia de Samuel; después cayó desnudo en tierra y estuvo así todo el día y toda la noche. De ahí viene el dicho: '¿También Saúl entre los profetas?'.