no tomarás por mujer a la hermana de tu esposa, ni tendrás relaciones sexuales con ella mientras tu esposa viva, pues crearías rivalidades entre ellas.
Ana oró de esta manera: 'Tengo el corazón alegre gracias al Señor, la frente alta gracias a Dios y la boca abierta contra mis enemigos; yo me regocijo en tu victoria.