Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Samuel 1:26

Biblia Martin Nieto

Ana le dijo: 'Perdón, señor; tan cierto como que tú vives, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando al Señor.

Ver Capítulo Copiar

11 Referencias Cruzadas  

Pero la madre del niño replicó: '¡Por el Señor y por tu vida que no te dejaré!'. Eliseo se levantó y la siguió.

Luego Elías le dijo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir al Jordán'. Y él replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron los dos juntos.

Elías dijo a Eliseo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir a Jericó'. Él replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron juntos a Jericó.

Y Elías dijo a Eliseo: 'Quédate aquí, porque el Señor me manda ir hasta Betel'. Eliseo replicó: '¡Por Dios y por tu vida que no te dejaré!'. Y fueron juntos a Betel.

Urías le respondió: 'El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; mi señor Joab y los oficiales de mi señor acampan al aire libre, ¿e iba yo a ir a mi casa para comer, beber y dormir con mi mujer? Por el Señor y por tu vida, que no haré tal cosa'.

David replicó: 'Tu padre sabe muy bien que yo soy tu amigo y se dice: Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca. Pero, por la vida del Señor y por tu vida, que estoy a un paso de la muerte'.

Cuando Saúl vio a David salir al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, jefe del ejército: '¿De quién es hijo este joven, Abner?'. Abner respondió: 'Por tu vida, oh rey, que no lo sé'.

El rey le preguntó: '¿No está contigo la mano de Joab en todo este asunto?'. La mujer respondió: 'Por tu vida, que no se desvía a la derecha o a la izquierda nada de cuanto dice mi señor, el rey: Tu mismo siervo Joab es quien me ha mandado y me ha indicado todo lo que tenía que decirte.

Os voy a someter a esta prueba. ¡Vive el Faraón, que no saldréis de aquí hasta que venga vuestro hermano menor!

Ahora, mi señor, por la vida del Señor y por tu propia vida, por el Señor, que te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu mano, que tus enemigos y los que intentan hacerte daño corran la misma suerte que Nabal.

Yabés invocó al Dios de Israel, diciendo: 'Bendíceme, ensancha mi territorio, ayúdame, aleja de mí el infortunio y pon fin a mi aflicción'. Dios le concedió todo lo que había pedido.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios