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Referencias Cruzadas

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1 Juan 3:21

Biblia Martin Nieto

Queridos míos, si nuestra conciencia no nos acusa, podemos estar tranquilos ante él.

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17 Referencias Cruzadas  

Ahora, hijos míos, permaneced unidos a Cristo, para que, cuando él venga, podamos sentirnos seguros y no nos avergoncemos de encontrarnos lejos de él en su venida.

Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia, a fin de obtener misericordia y hallar la gracia del auxilio oportuno.

Nos sentimos orgullosos de que nuestra conciencia nos asegure que nos hemos comportado con todo el mundo, y especialmente con vosotros, con la sencillez y la sinceridad que Dios da, y no por la sabiduría humana, sino por la gracia de Dios.

Ésta es la seguridad que tenemos en Dios: que si pedimos algo según su voluntad, nos escucha.

seguiré los caminos de la justicia; ¿cuándo vendrás a mí? En mi casa me sabré conducir con un corazón recto.

En esto consiste la perfección del amor en nosotros: en que tenemos confianza absoluta en el día del juicio; porque como es él, así somos nosotros en este mundo.

acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura.

Tendrás entonces en el todopoderoso tus delicias, y hacia Dios levantarás tu rostro.

No me siento culpable de nada; pero no por esto quedo justificado, porque quien me juzga es el Señor.

Me aferraré a mi justicia y no la soltaré; mi corazón no tendrá que avergonzarse de mis días.

Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos limpias, sin ira ni rencores.

Tú, la creencia que tienes, guárdala para ti y para Dios. Dichoso el que toma una decisión y no obra contra su conciencia.

Gracias a la fe que tenemos en Cristo, nos acercamos a Dios con entera libertad y plena confianza.

Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento viejo, que tenéis desde el principio: el mandamiento viejo es la palabra que habéis oído.

Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal y como es.

en que, si alguna vez nuestra conciencia nos acusa, Dios está por encima de nuestra conciencia y lo sabe todo.




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