Cuidado con que nadie os engañe con falsas teorías y vanos razonamientos, apoyados en las tradiciones de los hombres y en los elementos del mundo, y no en Cristo.
Que nadie, con simulada humildad o culto de ángeles, os niegue el premio de la victoria, metiéndose en cosas que no ha visto, presumiendo vanamente a la luz de su inteligencia carnal,