Éste es el mensaje que le hemos oído a él y os anunciamos a vosotros: Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
Jesús les habló de nuevo: 'Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida'.
Todo don excelente y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay cambio ni sombra de variación.
Ya no será tu luz el sol durante el día, ni la claridad de la luna te alumbrará, pues el Señor será tu luz eterna, y tu Dios, tu esplendor.
De David
Existía la luz verdadera, / que con su venida a este mundo / ilumina a todo hombre. /
Cuanto ha sido hecho en él es vida, / y la vida es la luz de los hombres; /
Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo'.
No habrá ya noche, no tendrán ya necesidad de la luz de una lámpara ni de la del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y su lámpara es el cordero.
se sacian de los ricos manjares de tu casa, en el torrente de tus delicias los abrevas.
el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor y poder eterno. Amén.
Un día en tus atrios vale más que mil: prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios a vivir en la casa del malvado.
Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros;
Yo recibí del Señor lo que os he transmitido: Que Jesús, el Señor, en la noche que fue entregado, tomó pan,
tampoco las tinieblas son tinieblas para ti, ante ti la noche brilla como el día.
Casa de Jacob, venid; caminemos a la luz del Señor.
Él es quien revela las cosas profundas y secretas, conoce lo que hay en las tinieblas, la luz mora junto a él.
Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntar a Juan: