Entonces Noemí le dijo a Rut: —¡Qué bueno, hija mía! Quédate a trabajar en el campo de Booz. Y no te alejes de sus trabajadores, para que nadie te moleste.
Por eso Noemí le dijo: —¡Que Dios lo bendiga! ¡Qué bueno es ese hombre con nosotras y con nuestros familiares muertos! Déjame decirte que ese hombre es familiar de mi esposo, y de acuerdo con nuestras leyes tiene el deber de protegernos.