Mientras dure su promesa, deberá mantenerse puro.
aunque se trate de uno de sus padres o hermanos. Si lo hace, ya no tendrá la pureza que deben tener los que viven solo para servirme.
»Si alguna persona muere a su lado, el nazireo volverá a quedar puro rapándose toda la cabeza una semana después.
Yo le pedí este niño, y él me lo concedió.
Por eso ahora se lo entrego, para que le sirva todos los días de su vida». Y todos ellos adoraron a Dios.