En cierta ocasión, ellas fueron a la entrada del santuario para hablar con Moisés, Eleazar, los jefes del pueblo y todos los israelitas. Y les dijeron:
Sin embargo, algunos israelitas habían tocado un cadáver, y la ley no les permitía estar en la fiesta ese día. Entonces fueron a ver a Moisés y a Aarón,
Había en Israel un hombre llamado Selofhad, que era hijo de Héfer, nieto de Galaad, y bisnieto de Maquir. Todos ellos eran de la tribu de Manasés, el hijo de José. Selofhad tenía cinco hijas que se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá.
«Nuestro padre no fue uno de los que siguieron a Coré para rebelarse contra Dios. Sin embargo, también murió en el desierto a causa de sus pecados. Él nunca tuvo un hijo varón,
Un día, los jefes del grupo familiar de Galaad, que pertenecía a la tribu de Manasés, fueron a hablar con Moisés. Delante de los jefes de las tribus de Israel le dijeron: