Los israelitas estaban en el desierto del Sinaí, cuando Dios habló con Moisés en el santuario. Habían pasado trece meses desde que ellos habían salido de Egipto. Dios le dijo a Moisés:
Los israelitas salieron de la región de Refidim en dirección al desierto del Sinaí, y acamparon al pie de la montaña. Cuando llegaron allá, habían pasado tres meses desde su salida de Egipto.
En el cuarto año de su reinado en Israel, Salomón ordenó que se comenzara a construir el templo de Dios. Esto sucedió en el mes de Ziv. Habían pasado cuatrocientos ochenta años desde que los israelitas habían salido de Egipto.
Desde el día en que salimos de Cadés-barnea hasta el día en que cruzamos ese arroyo habían pasado treinta y ocho años. Para entonces ya habían muerto todos los israelitas que al salir de allá tenían dieciocho años. Dios había jurado que usaría todo su poder para acabar con ellos.