Jesús les dijo: —Echen la red por el lado derecho de la barca, y pescarán algo. Los discípulos obedecieron, y después no podían sacar la red del agua, pues eran muchos los pescados.
Sin embargo, para que estos cobradores no se enojen, ve al mar y echa tu anzuelo. Ábrele la boca al primer pez que saques, y allí encontrarás una moneda. Toma ese dinero, y paga mi impuesto y el tuyo.