Jesús le contestó: —La Biblia también dice: “Nunca trates de hacer caer a Dios en una trampa.”
No tratemos de ver cuánto podemos pecar sin que Cristo nos castigue. Algunos del pueblo lo hicieron, y murieron mordidos por serpientes.
Jesús le contestó: —La Biblia también dice: “Nunca trates de hacer caer a tu Dios en una trampa”.
Bien sabemos que los orgullosos viven felices, y que a los malvados siempre les va bien; nunca les pasa nada malo, ni siquiera cuando ofenden a Dios y lo ponen a prueba”».
Dios dice: «En aquella ocasión, sus antepasados me pusieron a prueba, a pesar de que vieron lo que hice.
Eran tantas sus ganas de comer que allí, en pleno desierto, te pusieron a prueba y te exigieron comida.
El diablo le puso a Jesús todas las trampas posibles, y como ya no encontró más qué decir, se alejó de él por algún tiempo.