y díganle al dueño de la casa: “El Maestro quiere saber en qué sala va a comer con sus discípulos en la noche de la Pascua.”
Después de decir esto, Marta llamó a María y le dijo en secreto: «El Maestro ha llegado, y te llama.»
’Yo estoy a tu puerta, y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo.
Ellos contestaron: —El Señor lo necesita.
Si alguien les pregunta por qué lo desatan, respondan: “El Señor lo necesita.”»
Cuando Jesús pasó por allí, miró hacia arriba y le dijo: «Zaqueo, bájate ahora mismo, porque quiero hospedarme en tu casa.»
Si alguien les dice algo, ustedes responderán: “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá.”»
Jesús les respondió: —Vayan a Jerusalén, y a la entrada de la ciudad verán a un hombre que lleva un jarrón de agua. Síganlo hasta la casa donde entre,
Él les mostrará una sala grande y arreglada en el piso de arriba. Preparen allí todo lo necesario.