Pero los que dejan de creer son como un terreno que solo produce plantas con espinas: no sirve para nada, y Dios lo maldice. Al final, se le prende fuego.
Los judíos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y luego nos echaron de su país. Ellos no hacen lo que a Dios le agrada, sino que están en contra de todos,