Su nacimiento te va a hacer muy feliz, y muchos también se alegrarán.
todos sus vecinos y familiares se alegraron mucho, pues vieron que Dios había sido muy bondadoso.
El hijo bueno y sabio es motivo de gran alegría para su padre y su madre que le dieron la vida.
El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo tonto los avergüenza.
Sara entonces dijo: «¡Dios me ha hecho reír, y todo el que lo sepa se reirá conmigo!
Querido jovencito, cuando alcances la sabiduría, seré muy feliz.
Pero el ángel le dijo: —¡No tengas miedo, Zacarías! Dios ha escuchado tus oraciones. Tu esposa Isabel tendrá un hijo, y lo llamarás Juan.
Tu hijo va a ser muy importante ante Dios. No tomará vino ni cerveza, y el Espíritu Santo estará con él desde antes de que nazca.