Nunca he sabido que alguien le haya dado la vista a uno que nació ciego.
»Jamás se ha escuchado ni se ha visto que otro dios haya hecho grandes milagros a favor de los que en él confían.
Y hubo relámpagos, voces, truenos y un gran terremoto, más terrible que todos los terremotos que han sacudido a la tierra desde que hay gente en ella.
»Esto lo había prometido hace mucho tiempo, por medio de sus santos profetas:
»Desde que Dios creó al hombre y lo puso en este mundo, la alegría de los malvados no dura mucho tiempo. Eso lo sabes muy bien.
Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí escucha a los que lo adoran y lo obedecen.
Si este hombre no fuera enviado por Dios, no podría hacer nada.
Pero otros decían: «Nadie que tenga un demonio puede hablar así. Además, ningún demonio puede darle la vista a un ciego.»