Allí estaba Nicodemo, el fariseo que una noche fue a ver a Jesús, y les dijo:
También Nicodemo, el que una noche había ido a hablar con Jesús, llegó con unos treinta kilos de perfume a donde estaba José.
Los que creen en él no conocen la ley de Moisés, y por eso Dios los castigará.
Cuando los malvados me atacaron, nadie se levantó a defenderme; ¡nadie se puso de mi parte y en contra de los malhechores!