No digan que algo está mal solo porque así les parece. Antes de afirmar algo, deben estar seguros de que así es.
Pero si ustedes les dan más importancia a unas personas, y las tratan mejor que a otras, están pecando y desobedeciendo la ley de Dios.
Ustedes juzgan como todos los demás, pero yo no juzgo a nadie.
Hermanos míos, ustedes han confiado en nuestro poderoso Señor Jesucristo, así que no deben tratar a unas personas mejor que a otras.
La siguiente es otra lista de dichos: Todo juez debe ser justo y no favorecer a nadie.
Dios no soporta dos cosas: que el culpable sea declarado inocente, y que el inocente sea declarado culpable.
serán como los malos jueces, que favorecen a unos más que a otros.
»Si tienen que resolver algún asunto legal, no sean injustos. No favorezcan a nadie, sea pobre o sea rico.
¡Pero en realidad, son todos unos corruptos! Por dinero dejan en libertad al culpable, y no respetan los derechos del inocente.
«¿Hasta cuándo seguirán ustedes siendo injustos en sus juicios, y defendiendo a los malvados?
Algunos de los que vivían en Jerusalén empezaron a preguntar: «¿No es este al que andan buscando para matarlo?
Ustedes solo aceptan lo que pueden ver. A los que están seguros de que son de Cristo, quiero decirles que yo también lo soy.