Como les dije, ustedes todavía no creen en mí, a pesar de que han podido verme.
Jesús había hecho muchos milagros delante de esa gente, pero aun así la gente no creía en él.
Jesús respondió: —Francamente, ustedes me buscan porque comieron hasta quedar satisfechos, y no por haber entendido los milagros que hice.
Abraham le dijo: “Si no hacen caso de lo que dice la Biblia, tampoco le harán caso a un muerto que vuelva a vivir.”»
Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen. Jesús dijo esto porque, desde el principio, sabía quiénes eran los que no creían, y quién era el que lo iba a traicionar.
Entonces le preguntaron: —¿Qué milagro harás para que te creamos? ¡Danos una prueba!
Todos los que mi Padre ha elegido para que sean mis seguidores vendrán a buscarme; y cuando vengan, yo no los rechazaré.