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Referencias Cruzadas

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Juan 18:1

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

Después de que Jesús terminó de orar, fue con sus discípulos a un jardín que estaba junto al arroyo de Cedrón.

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25 Referencias Cruzadas  

Jesús y sus discípulos fueron a un lugar llamado Getsemaní, y él les dijo: «Quédense aquí mientras yo voy a orar.»

Después, Jesús fue con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar.»

Cruzó entonces con toda su gente el arroyo de Cedrón, y comenzaron a subir por el Monte de los Olivos. Todos ellos iban llorando, y con la cabeza cubierta y descalzos. Estaban por salir de Jerusalén cuando llegaron Abiatar y Sadoc con todos sus ayudantes, y estos llevaban el cofre del pacto de Dios. Los ayudantes pusieron el cofre junto a Abiatar, hasta que pasó toda la gente. Entonces el rey le dijo a Sadoc: «Lleva el cofre de vuelta a la ciudad. Si Dios me tiene compasión, volveré a ver su cofre. Eso tú debes saberlo, pues eres profeta. Pero si no es así, que sea lo que Dios quiera. Tú y tu hijo Ahimaas pueden regresar a Jerusalén en paz, junto con Abiatar y su hijo Jonatán. En cuanto a mí, andaré por los caminos del desierto. Allí podrás hacerme llegar cualquier mensaje». Entonces Sadoc y Abiatar, y los ayudantes que llevaban el cofre de Dios, regresaron a Jerusalén y se quedaron allí. Por su parte, David y su gente se fueron al desierto. En el camino, quienes los veían se ponían a llorar a gritos.

Luego un sirviente del jefe de los sacerdotes, familiar del hombre al que Pedro le cortó la oreja, le dijo: —¡Yo te vi en el jardín cuando arrestaron a ese hombre!

pero yo tengo que obedecer a mi Padre, para que todos sepan que lo amo. Y para terminar, Jesús les dijo: —Levántense; salgamos de aquí.

Y serán dedicados a mí el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y también los campos que llegan hasta el arroyo de Cedrón y hasta la entrada de los Caballos, en la esquina del este. ¡Nunca más la ciudad de Jerusalén volverá a ser arrancada ni destruida!»

Lo primero que hicieron fue quitar todos los altares, y los lugares para quemar incienso a los falsos dioses que adoraban en Jerusalén, y tirarlos en el arroyo Cedrón.

Asá le quitó a su abuela Maacá su autoridad de reina madre, porque ella había hecho una imagen de la diosa Astarté. El rey Asá destruyó esa imagen y la quemó en el arroyo de Cedrón.

También derribó los altares que esos reyes habían construido en el techo del palacio, cerca de la habitación de Ahaz, y los que Manasés puso en los patios del templo. Los hizo polvo, y ese polvo lo arrojó en el arroyo Cedrón.

y sacaran del templo de Dios la imagen de la diosa Astarté y la llevaran al arroyo de Cedrón, en las afueras de Jerusalén. Allí la quemaron y esparcieron las cenizas sobre el cementerio del pueblo.

También le quitó a su abuela Maacá su autoridad de reina madre, porque ella había hecho una imagen de la diosa Astarté. El rey Asá destruyó esa imagen y la quemó en el arroyo de Cedrón.

Por eso Dios los expulsó del jardín de Edén, y puso al hombre a cultivar la tierra de donde había sido formado.

Después cantaron un himno y se fueron al Monte de los Olivos,

Después de eso, cantaron un himno y se fueron al Monte de los Olivos.

Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara,

Porque si sales y cruzas el arroyo Cedrón, ten la seguridad de que vas a morir, y yo no respondo por tu muerte.

El rey Josías ordenó que sacaran del templo todos los objetos que se usaban para adorar a Baal, a Astarté y a todos los astros del cielo. Los sacerdotes, y su jefe Hilquías, y los encargados de cuidar el templo cumplieron sus órdenes. Luego el rey ordenó que quemaran todo en los campos de Cedrón, en las afueras de Jerusalén, y que llevaran las cenizas a Betel.

Desde el valle revisé los muros, y al regresar pasé por la entrada del Valle. Todavía era de noche.

Se acercó a nosotros y, tomando el cinturón de Pablo, se ató las manos y los pies. Luego dijo: «El Espíritu Santo dice que así atarán los judíos, en Jerusalén, al dueño de este cinturón, para entregarlo a las autoridades de Roma.»

Además, deberán cortarla en pedazos y derramar aceite sobre ella. Se trata de una ofrenda de cereal.

Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar.»




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